El Retrato de Dorian Gray crítica nº 19

Me leí el libro hace muchos años y ya tenía ganas de verla (sobretodo por haber olvidado ciertas partes del argumento)

La historia es archiconocida: un prometedor jóven llamado Dorian Gray llega a Londres. Allí le pintan un retrato que le muestra en el punto álgido de su belleza y juventud. Firmará un pacto con al Diablo para mantenerse con ese aspecto eternamente mientras el retrato sufre los cambios de la vida extrema del protagonista.

Aunque la película está (obviamente) muy resumida, es bastante respetuosa con el contenido original, no se saltan escenas especialmente importantes y Henry (interpretado a la perfección por Colin Firth) mantiene todos su comentarios típicamente wildianos.

Siempre he considerado esta historia como ligeramente expiatoria, el personaje de Henry, con su forma de hablar , es una especie de alter ego del propio Wilde, y, mientras éste es una personficación abstracta de muchos elementos de su personalidad, Gray lo es de los extremos a los que Wilde nunca se atreve a llegar y, a través de él, trata de mostrar lo erróneo de ellos y las terribles consecuencias que acarrearía llevar lo que él considera una vida dedicada enteramente al placer desorbitado.

La película refleja este concepto clave a la perfección y, en mi opinión, Ben Barnes (Dorian Gray/ príncipe Caspian) tiene una interpretación, más física que conceptual que funciona muy bien en escena.

La película a nivel visual es una delicia, los trajes y todo el ambiente de la jet set de la Inglaterra decimonónica hace un perfecto contraste con los barrios bajos, que juegan un papel tan importante en la historia.

Por otro lado, no me gustó nada que sacasen un ángulo de cámara específico para las perspectiva del cuadro hacia el exterior, sé que era simbólica pero me pareció innecesaria.

y, desde luego lo que menos me gustó fueron las animaciones casi cómicas del retrato.

Por lo demás la disfruté mucho, capta la esencia del libro con gran acierto, los actores son muy creíbles y todo se ve rodeado de un cierto regusto morboso y decadetista muy seductor