Casi cualquier fan del cine ha visto en algún momento de su vida una película de Woody Allen.
Sus temas recurrentes y sus actores fetiche son muy bien conocidos para el gran público y, seguramente por esa misma razón, esta pelicula resulta sorprendente.
Cierto es que guarda algunos de los elementos clásicos de los clásicos del director: el hecho de que le escribiese y la dirijiese, el escoger a actores muy bien conocidos, el centrarse en una ciudad/país en concreto, la identificación del protagonista con el propio Allen
Sin embargo, estos detalles dejan de tener importancia una vez uno se mete verdaderamente en la historia.
Esta vez, nos lleva a París, en donde se nos narra la historia de un escritor de Hollywood cansado de su trabajo que está en París con su prometida y sus suegros.
Aunque pueda sonar tópico, puedo asegurar que esta película es muy diferente a lo que parece a primera vista.
Con un torrente constante de colaboraciones maravillosas de artistas muy diversos, un humor ligero y complejo y una escenografía deliciosa, esta película aborda el tema de la nostalgia, el peligro de la melancolía y si todo tiempo pasado fué realmente mejor de una forma natural y refrescante.
Puedo asegurar que hará reflexionar al espectador despierto y que apasionará a los seguidores de Woody Allen
Como actuaciones, desearía destacar la de Marion Cotillard y una breve pero fantástica intervención de Adrien Brody.
En definitiva: Una película maravillosa, muy recomendable, profunda y disparatada a partes iguales, con un ritmo veraz y llevadero
Te hará soñar con París bajo la lluvia...
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